Un sistema visual en perfecto estado para los más pequeños

EXÁMENES PARA EL CORRECTO FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA VISUAL

Prevenimos deficiencias visuales que podrían influir en su futuro.

La optometría infantil o pediátrica se enfoca en evaluar el adecuado desarrollo y funcionamiento del sistema visual en edades prematuras. Por ello, la revisión médica en este servicio es diferente en relación al examen optométrico realizado a un adolescente o adulto. Pues en un niño se requiere un examen más minucioso, ya que los problemas oculares pueden pasar desapercibidos en revisiones preliminares. Por ende, se necesitaría más de una examinación para dar con exactitud con la problemática visual que podría estar aquejando al pequeño. Por lo que es recomendable comenzar con una valoración ligera desde el nacimiento, y transcurridos los años, se pueden evaluar otras áreas.

Motivado a ello, estamos especialmente capacitados para atender las necesidades ópticas y optométricas de los niños. Por ello, prestamos servicio en áreas de baja visión pediátrica así como en contactología pediátrica. Por eso, nuestro equipo profesional dotado de múltiples disciplinas en la rama de la salud, inicia con un test pediátrico que nos permite brindar un mayor nivel de seguridad y efectividad en el tratamiento. A la vez que ofrecemos soluciones diseñadas para los más pequeños, pues nos preocupamos por garantizar el mejor desarrollo posible de su sistema visual.

Y gracias a nuestras técnicas y procedimientos, podemos determinar a tiempo y prevenir deficiencias como el estrabismo, ojo vago y altas graduaciones. Así como otras problemáticas visuales que influyen sobre el futuro del niño, específicamente, en su rendimiento académico.

¿Por qué es importante graduar la vista de los niños?

Cuida la salud visual de tus hijos

Recordemos que el paso del tiempo influye sobre los defectos de refracción, pues los mismos pueden suavizarse o incluso, llegar a desaparecer en caso de hipermetropía. Por eso, es importante acudir a revisión médica de optometría infantil, con el fin de que a través de la realización de revisiones periódicas, y de la aplicación del tratamiento adecuado, se pueda optimizar el sistema visual de los niños.

Ya que tanto la miopía, como la hipermetropía y el astigmatismo son alteraciones visuales de refracción que podemos encontrar en los más pequeños; siendo el principal motivo de examen de la visión infantil. Teniendo en cuenta que el desarrollo de nuestro sistema ocular se completa entre los 8 y 10 años de edad, aproximadamente. Por ello, los primeros años de vida de un pequeño son esenciales para asegurar el normal desarrollo, evolución y funcionamiento de su visión.

Nuestro equipo de especialistas trata el sistema visual del niño dependiendo de su edad. Por lo que nos aseguramos de ofrecer una atención personalizada a cada paciente, brindándole la mejor solución a fin de solventar la problemática visual detectada a través de lentes oftálmicas, lentes de contacto, terapia visual, revisiones periódicas, o el tratamiento que corresponda.

¿Qué aspectos se evalúan durante el servicio de optometría infantil?

Asesoría personalizada para cada niño/a

Hay habilidades visuales y perceptivas que si no se desarrollan adecuadamente desde la infancia, durante la adolescencia pueden provocar problemas de aprendizaje, lectura, compresión lectora, escritura, posturas forzadas, y otras alteraciones en el sistema visual. Por eso, en el servicio de optometría visual es imprescindible realizar las siguientes examinaciones:

  • Función visual

  • Percepción visual

  • Coordinación

  • Control de campos y espacios

  • Motilidad ocular

  • Visión en profundidad

  • Visión del color

  • Integración de la lateralidad y de los reflejos primitivos

  • Procesamiento de la información visual.

A través de esto exámenes visuales se puede corroborar el sistema general y minucioso de la visión. Con el fin de detectar a tiempo las anomalías visuales que pudiesen frenar el aprendizaje, desarrollo y entendimiento de los niños. Y partiendo de los resultados obtenidos, se puede dar paso a la asignación del tratamiento más adecuado.

¿Cómo evoluciona el sistema visual en los niños?

La detección prematura de ciertas anomalías visuales es importante para prevenir futuros desordenes en el aprendizaje. De allí, parte la necesidad e importancia de dar seguimiento, mediante un examen optométrico de atención primaria, al sistema ocular de los pequeños.

Por eso, queremos comentarte un poco sobe cómo evoluciona el sistema visual de los niños y de cuán importante es realizar la respectiva evaluación visual:

Desde el nacimiento hasta los 3 meses de vida.

Al nacer, el niño es sensible a la luz; pues presenta una agudeza visual casi nula. Sin embargo, le es suficiente de acuerdo a sus necesidades de integración. Luego, a partir de la cuarta semana, comienza a percibir la aparición del reflejo de fijación de un objeto dentro de los límites de su campo visual.

Esta es una etapa monocular, por lo que se debe dar la misma estimulación a ambos ojos. Por ello, es importante realizar acciones tan sencillas como cambiar la posición de la cuna en la habitación, a fin de que pueda mirar hacia la luz de la ventana, y luego hacia la luz de la puerta desde distintos ángulos. Esto permitirá fomentar que los dos ojos se estimulen por igual.

Durante esta fase, es importante medir el comienzo del desarrollo del sistema visual, así como la evolución del mismo a través de una revisión sencilla, pero precisa.

Desde los 3 meses hasta 1 año

En esta fase, la manipulación y la locomoción entran en juego. Por ende, el pequeño comienza a tomar los objetos arrastrándose o gateando, lo que le permitirá utilizar adecuadamente los dos ojos de forma coordinada. Por ello, se dice que estos meses son cruciales para el desarrollo locomotor de los niños, ya que implica su coordinación, y control neurológico, motor y visuomotor.

Además, durante sus primeros 6 meses de vida, las estructuras oculares comienzan a trabajar a la misma vez. Por tanto, los ojos se alinean y empiezan a mirar de forma simultánea el mismo objeto. En esta etapa, el pequeño realiza ensayos por sí mismo, calculando las distancias, a la vez que mejora todos los movimientos oculares.

La revisión del sistema ocular en esta fase, permite corroborar que las estructuras oculares del menor se estén desarrollando de forma adecuada. Descartando anomalías visuales que le impidan observar correctamente los objetos y conocer el mundo a través de sus ojos.

De 1 a 3 años

Durante estos años, la visión y la organización neuronal comienzan a madurar. Por lo que el niño comienza a mantener un equilibro mucho más concreto entre sus lados (derecho – izquierdo, delante –detrás). En pocas palabras, se inicia la consolidación de su patrón contralateral.

De 3 a 6 años

Aquí ya se desarrolla completamente su sistema visual, así como la percepción del espacio visual orientado y su esquema corporal. Del mismo modo, la lateralidad y direccionalidad mantienen una base. Todo ello permite que el campo visual del niño logre las condiciones mínimas aceptables para que pueda potenciar su etapa escolar, sobre todo, en lo que refiere a la lectoescritura.

A los 6 años

Las capacidades visuales logran su máximo tope de desarrollo, por tanto, la agudeza visual se irá incrementando hasta el 100%, aproximadamente. Además, el pequeño ha logrado la coordinación motriz entre sus dos ojos, y el resto de sus habilidades visuales deberían estar en equilibrio. Por ende, el niño ya está preparado para afrontar sus exigencias académicas.

Lo que hace más necesaria una revisión detallada del sistema visual que permita corroborar que las estructuras oculares mantengan un comportamiento estable.

Desde los 6 a los 12 años

Aquí ya se logra la madurez completa del sistema visual. Por lo que durante esta etapa se ha de consolidar una visión precisa y eficaz, la que irá ligada al buen rendimiento escolar del pequeño.